MPOX
El mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, es una enfermedad viral zoonótica. Esto significa que el virus que causa el mpox se transmite de animales a humanos. Es causado por el virus de la viruela del mono, que pertenece al género Orthopoxvirus dentro de la familia Poxviridae.
Historia y Contexto:
El mpox fue identificado por primera vez en 1958 en monos en un laboratorio en Dinamarca, y el primer caso en humanos se documentó en 1970 en la República Democrática del Congo. Aunque es menos conocido que otras enfermedades virales, ha sido objeto de atención en los últimos años debido a brotes en diferentes partes del mundo.
Síntomas:
Los síntomas del mpox generalmente se desarrollan en dos fases:
Fase Prodrómica:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares (mialgias)
- Cansancio o fatiga
- Ganglios linfáticos inflamados (linfadenopatía)
Fase de Erupción Cutánea:
- La erupción suele aparecer entre 1 y 3 días después de la fiebre.
- Comienza como manchas rojas planas que evolucionan a pápulas, luego a vesículas llenas de líquido, y finalmente a pústulas que se secan y forman costras.
- La erupción a menudo comienza en la cara y se extiende hacia el resto del cuerpo, con una distribución más densa en la cara, las manos y los pies.
Transmisión:
La transmisión del mpox puede ocurrir a través de:
- Contacto Directo: Con lesiones o fluidos corporales de una persona infectada.
- Materiales Contaminados: Como ropa de cama, toallas o utensilios.
- Contactos Cercanos: A través de gotas respiratorias en espacios cerrados y mal ventilados.
- Animales: A través del contacto con animales infectados, como roedores o primates.
Diagnóstico:
El diagnóstico del mpox se basa en:
- Historial Clínico y Exposición: Historia de contacto con personas infectadas o animales potencialmente infectados.
- Examen Físico: Evaluación de los síntomas característicos y la erupción cutánea.
- Pruebas de Laboratorio: Se pueden utilizar pruebas PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para detectar el ADN del virus en muestras de lesiones o fluidos corporales. También se pueden realizar pruebas serológicas para detectar anticuerpos contra el virus.
Tratamiento:
No existe un tratamiento antiviral específico para el mpox. El manejo suele ser sintomático e incluye:
- Reposo y Hidratación: Para ayudar al cuerpo a recuperarse.
- Medicamentos: Analgésicos y antipiréticos para reducir la fiebre y el dolor.
- Cuidado de la Piel: Mantener las lesiones limpias y secas para prevenir infecciones secundarias.
- Aislamiento: Para evitar la propagación del virus a otras personas.
En algunos casos, se pueden considerar tratamientos antivirales específicos si la enfermedad es severa o si hay un riesgo elevado de complicaciones.
Prevención:
Las medidas preventivas incluyen:
- Vacunación: La vacuna contra la viruela puede proporcionar protección cruzada contra el mpox, aunque no está disponible universalmente.
- Higiene: Mantener buenas prácticas de higiene, incluyendo el lavado frecuente de manos.
- Evitar Contacto: Evitar el contacto con personas infectadas y con materiales que podrían estar contaminados.
- Uso de Protección: Utilizar equipo de protección personal en entornos de alto riesgo.
Impacto y Control:
El mpox ha sido objeto de vigilancia global debido a brotes recientes y su potencial para propagarse en poblaciones no inmunizadas. Las autoridades sanitarias, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), trabajan para controlar los brotes y proporcionar orientación sobre medidas de prevención y manejo de la enfermedad.
En resumen, el mpox es una enfermedad viral que puede causar síntomas graves, pero con medidas de prevención adecuadas y atención médica, la mayoría de las personas se recuperan sin complicaciones serias.
A continuación, te dejamos algunos enlaces para que puedas ampliar dicha información
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Organización panamericana de la salud